TODO SOBRE DIMINUTO CIELO
Curro y su pasión: Diminuto Cielo
Un proyecto personal del diseñador gráfico y de producto e ilustrador Curro Rubira, que ha cambiado el mundo de las agencias de publicidad y de vender cosas de otros, por hacer el mismo cosas a su gusto: “Dibujos y cosas hechas en mi diminuto cielo.”
Para Diminuto Cielo la diversión está en la variación y cada producto es un nuevo reto. La mejor parte está en la idea, en el proceso de creación, en conocer y colaborar con distintas personas, probar materiales distintos: madera, cerámica, resina…
Crear objetos desde cero o reinventarlos a partir de nuestras obsesiones y rarezas es la base de Diminuto Cielo… Viva la diferencia!!
Sobre Curro Rubira
Curro Rubira ha dedicado gran parte de su trayectoria profesional a la publicidad. Una profesión que siempre le ha gustado mucho, a pesar de que él siempre se ha considerado un diseñador.
De hecho, fue así como empezó, y uno de sus maestros fue el gran Oscar Mariné. Tal y como él nos confiesa aquella etapa le marcó, y por ello y tras pasado un tiempo ha querido volver a su esencia, al diseño, y haya optado por crear su propia marca: Diminuto Cielo.
A través de ella crea sus carismáticos gatos de la fortuna, así como otros elementos elaborados con sus propias manos y que hacen las delicias de quienes los adquieren. Estad atentos a su nombre porque va a dar que hablar. Stay tunned!
CONÓCEME
¿Cuándo decidiste ser emprendedor?
Di por concluida mi etapa de publicista. Es un sector que ya no me interesa. Mi primera idea fue: quiero diseñar objetos, crearlos de cero y además quiero dibujar con libertad. Pero para poder hacer lo que quiero, cuando quiero y donde quiera el proyecto debe ser viable económicamente. Diminuto Cielo es hacer cosas que gusten y que me gusten.
¿Cuáles han sido tus principales influencias a la hora de crear tus diferentes negocios?
Vengo del mundo online. Como director creativo digital he visto los últimos años como ha crecido el ecommerce y la aparición de pequeñas marcas viables, con productos artesanales o no pero creativos y de calidad. Es una fórmula que permite un formato de vida que se acerca más a lo que quiero ahora.
¿Por qué decidiste llamar a tu marca "Diminuto Cielo"?
En el 2005 la librería madrileña y editorial Pantha Rei me edito mi primer libro que llamé “Diminuto Cielo”. Diminuto Cielo además es ese lugar físico y mental donde no se sabe donde acaba el trabajo y donde empieza el disfrute.
¿Cuál fue el móvil para rediseñar una pieza tan icónica como son los Gatos de la Suerte Chinos?
Preferiblemente los objetos tienen que contar una historia y el gato de la suerte la tiene de sobra. Está cargado de un fuerte simbolismo enraizado en la cultura japonesa, que los supersticiosos chinos se han encargado de popularizar como talismanes para atraer la suerte. El gato de la suerte está presente en todo el mundo, atrae y divierte, pero se asocia al feísmo de tienda de baratijas.
¿Qué haría un diseñador con un objeto así para adaptarlo al consumidor occidental, como si de un feo logo pasado de moda se tratara?
Este reto es el móvil. Simplificarlo primero, elegir una paleta divertida de colores y ordenarlos según la suerte que atrae. El objeto final definitivamente funciona: es bonito, se elige el color discutiendo si pega con el color del sofá o simplemente porque atrae dinero o la felicidad o el amor. Es, en definitiva, un objeto divertido que gusta a todo el mundo. Misión cumplida.
A pesar de vivir en un mundo absolutamente digitalizado, ¿Crees que estamos viviendo en Welcome Back a los objetos tangibles?
Es verdad que las casas se están vaciando de revistas y libros, pero hemos sido y somos coleccionistas. Necesitamos reconocernos en objetos físicos, necesitamos tener presentes nuestros recuerdos, nuestros viajes y nuestros gustos. Necesitamos que lo que nos rodea cuente nuestra historia, facilitar que se vea como somos, avisar, advertir, aclarar para no tener que explicarnos una y otra vez. Por eso es tan importante que uno tenga su lugar y en él sus cosas que son su vida.
Diseñadores de todos los tiempos a los que admiras
Son muchos, pero destacaría a Stefan Sagmeister que es un tipo con talento, que hace cosas siempre con una idea potente detrás y muy inteligente. Cada 7 años se coge un año sabático se recicla y vuelve a la carga.
¿En qué estás trabajando en estos momentos? ¿Qué tienes entre manos?
Estoy ultimando un jarrón en cerámica dentro de la “Serie Humo”, el “Jarrón Humo” y las siguientes piezas también en cerámica para esta colección.
¿Qué es para ti la felicidad?
La felicidad son palabras mayores. La felicidad siempre es un difícil equilibrio. Poder disfrutar de lo que me apasiona, llegar a ese Diminuto Cielo, es el objetivo, pero ese camino hay que recorrerlo sin descuidar a las personas que te rodean y te quieren.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de montar tu propio negocio?
La libertad es una ventaja, yo y sólo yo decido qué piezas quiero hacer. La desventaja es que ya no puedes dedicarte sólo al proceso creativo y de producción, otras muchas cosas que hacer les restan horas.
¿Crees que debe fomentarse ser emprendedor en los tiempos que corren?
Creo que hay mucha gente emprendiendo, la bueno de la crisis es que ha hecho a mucha gente ponerse las pilas. Lo que falta es un caldo de cultivo que permita crecer estas semillas. Ser autónomo en España es de valientes.
Proyectos de futuro
Diminuto Cielo no ha hecho más que empezar. La diversión está en la variación y cada producto es un nuevo reto. La mejor parte está en como llegar a la idea, pero también probar nuevos materiales, colaborar con artesanos y sobre todo dibujar mucho.
¿Podría decirse que estás en tu mejor momento?
El ahora siempre es el mejor momento.